domingo, 9 de enero de 2011

El impostor


El Rey negro Baltasar de la cabalgata de Pamplona. Foto de Ernö Andrei Friedmann.

El Rey negro Baltasar de la cabalgata de Tafalla.(Taxifoto).

El negro de Baynoles.

Impostor:Que finge o engaña. Suplantador, persona que se hace pasar por quien no es.

Desde hace años la cabalgata de reyes de Pamplona está sumida en la polémica del Rey Baltasar. Uno de los "capos" de la comisión que la organiza, concrétamente su presidente, se adjudica para sí el personaje del rey negro. Al revés que Michael Jackson, este personaje cubre de negro su cara, en un intento de llegar a parecer lo que ni por el forro llega a conseguir. Por lo menos el "Rey del Pop" logró tener una apariencia de mujer incolora de mediana edad algo estreñida. Este a pesar de las quejas, sigue en sus trece, como si en Pamplona no tuviésemos vecinos y amigos negros que podrían hacer ese papel sin quedar en ridículo. Y es ridículo porque no estamos en los años 70 en los que veías un negro por la calle y te girabas sorprendido puesto que solo se veían en las películas de Tarzán. No me imagino la que se montaría si un hombre negro quisiera hacer de Melchor o de Gaspar...

Sabemos que el impostor tuvo una infancia difícil, en el recreo le robaban el bocadillo, un día le robaron el balón que le trajo el Rey Baltasar y siempre estuvo a falta de cariño. Quizás por eso quiere ser el centro de atención, que los niños y niñas jueguen y rían con el como no lo hicieron sus amigos de la escuela. Todo eso está muy bien, pero a este señor habría que decirle que es como Arturo Fernández, su actuación huele demasiado.

El Rey negro de Tafalla por el contrario, no destiñe cuando se moja. Es un negro de verdad. Uno de esos que llegó en patera cruzando el estrecho, porque aquí no puedes poner un pie como subsahariano si no marcas 2 goles de media por partido y te llamas Samuel Eto'o.

Yo la verdad es que creo que es un insulto, es hilarante, pero un insulto. Se logró enterrar al Negro de Bañolas en su Bostwana natal después de exhibirlo como a un trofeo y en Pamplona tenemos un negro que no lo es, que a gusto lo mandaríamos al quinto pino y que desgraciadamente toda una ciudad no puede quitárselo de encima.

No hay comentarios: