Ayer me tocó hacer fotos en la inauguración de un bar de Pamplona. Llegué pronto, puse a los dueños a posar, tomé unas imágenes de ambiente y cuando me disponía a largarme me entró el tipo que veis en la foto. -¿No vas a sacar fotos de mi cóctel?- me dijo. Yo pasaba de él y de su brebaje bastante y normalmente le hubiese sonreído, diciéndole a continuación que había acabado y hasta luego. Pero me fundió con su verborrea. Estaba encantado de conocerse y literalmente me preguntó si quería escuchar su currículum: había estudiado con Ferrán Adriá, aparecía en un montón de páginas en internet y era fijo en un montón de ferias de gastronomía que me enumeró. Cuando se fue a por hielo picado pensé en pirarme pero yo que soy un tipo cortés de quedé. Me dijo que no quería que le sacase fotos haciendo el cóctel porque como era gordo se le movían las tetas agitando la coctelera y al final le saque de esta guisa sabiendo perfectamente que no lo van a meter en la noticia. Eso si, el cóctel me lo bebí y Estaba cojonudo. Una mezcla de limón, pacharán y licor de avellanas. Era un chapas pero sabía hacer su oficio.
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