lunes, 26 de diciembre de 2011

"El precio del acceso" de Carlos Spottorno


Fotografía del trabajo "War is personal" del fotógrafo Eugene Richads.

Mi buen amigo Jesús Mari Arruabarrena me ha mandado un link muy interesante sobre un debate abierto en el blog de Carlos Spottorno después de la publicación del artículo "El precio del acceso". Es un texto muy interesante sobre las reflexiones de un reportero y hasta que punto vas vendiendo "tu alma" por llegar a sacar esas fotos tan íntimas, por llegar a meter el objetivo hasta las mismas narices de la gente. Como diría mi amigo Jesús Mari viendo trabajar a algunos "Ese estaba tan cerca que le podía hacer un empaste". Personalmente me gusta el artículo, aunque no estoy de acuerdo en todo lo que plantea. El habla de Eugene Richads, de los trocitos de alma que deberá habiéndose metido "hasta la cocina". Creo que Richards es un buen fotógrafo y que su estilo te puede gustar más o menos. En cuanto al trabajo que Spottorno pone como ejemplo, simplemente puedo decir que no me interesa, que habla del dolor humano desde una parte del conflicto que todos conocemos: Lo mal que lo han pasado los "soldaditos americanos" invadiendo Irak y Afganistan. Esta exposición estuvo el año pasado en el Festival Periscopio de Gasteiz y la única conclusión que saqué es que no me daban ninguna pena... ¡¡¡Pero no voy a empezar a polemizar!!!. Leeros el texto, de verdad.

2 comentarios:

Jesus Mari Arruabarrena dijo...

Hola Joseba (y seguidores del blog).
Cuando te envié la referencia al blog de Spottorno, también te escribí un par de líneas respecto a la polémica que ha creado su último post, señalándote lo confusas que pueden llegar a ser las palabras.
En ese mismo sentido me gustaría contextualizar la cita que me atribuyes. Cuando dices que alguien estaba tan cerca, me refería a más de un fotógrafo que conocemos y a su manera invasiva de actuar (metiendo el objetivo en la cara del retratado y convirtiéndose en protagonista del acontecimiento). También se puede estar muy cerca del fotografiado, en sintonía, pero no me refería a eso.
Otro de los guiños que te hacía en el mail era respecto a la relatividad de la moral. Para mi es como un zapato. Cada uno tiene una moral hecha a su medida y cuando se encuentra con la moral de otro, el zapato le baila o le duele. También creo que hay demasiados fotógrafos que están justificándose constantemente. Por algo será.
En fin, asuntos delicados. O sea que todos los que vayáis de mesías, cuidado que os van a zurrar.
P.D. Y esos que reclaman mayor protagonismo para la fotografía en tu blog, que hablen de fotografía.

joseba zabalza dijo...

Jesús Mari; Acertada la puntualización que contextualiza tu frase. Es cierto y sobre todo lo hemos visto en casos en los que las protagonistas son mujeres y los fotógrafos "Puro Machos" y se producen prácticamente "agresiones sexuales" con una cámara.

Creo que todos los que nos dedicamos a esto alguna vez hemos sido, quizás sin querer "Protagonistas" o "Invasivos", algunos más y otros menos. Lo que creo es que hay que aceptarlo e intentar evitarlo. Como dice Jung (No es cita textual) en su libro "La vida Simbólica", cuando la moral es muy estricta y rígida, la memoria se resiente.

Salud.