martes, 7 de junio de 2011

Txorimalo mikrocefalikoa

Iruña.

Schlitze, el microcefálico más famoso.

Schlitze en una escena de "La parada de los monstruos" o "Freaks".


El director Tod Browning con el elenco de "Freaks".

En el mundo espantapajaril uno se puede encontrar muchos tipos morfológicos. Los hay sin piernas, sin cabeza, con manos y sin ellas, tarados, cojos y mancos, desproporcionados. Son sujetos con personalidad, con rasgos marcados, a los que gusta fotografiar. También dicen algo sobre su creador: perfeccionista, manitas o manazas, detallista o basto.


El otro día paseando me encontré con este elemento. Lo que más llamaba la atención era su diminuta cabeza. Había una desproporción exagerada con respecto al tronco y después de tomar las fotografías pensé en las "curiosas criaturas" de cabeza pequeña, que tanto me sorprendieron, cuando vi por primera vez la película "La parada de los monstruos" o "Freaks" del director estadounidense Tod Browning.


Estas personas sufren microcefalia , una caprichosa enfermedad que hace que la cabeza deje de crecer mientras el resto del cuerpo evoluciona normalmente. Aunque no se vean por la calle, hoy en día se sigue dando esta enfermedad. Yo lo pude constatar en una visita de trabajo que realicé a un centro de disminuidos psíquicos. Lo "grotesco" del síndrome hace que las familias de estos enfermos los recluyan de por vida en centros especiales o en casa a salvo de las miradas morbosas.


El microcefálico más famoso ha sido sin duda Schlitze, uno de los personajes que aparece en la película antes mencionada. Fue hasta ser recluido en un manicomio, una criatura de circo, una broma del destino o el experimento de un Dios caprichoso. Vivió en semi-esclavitud, con un tutor que era más un dueño y que lo paseaba de feria en feria. Aunque esta práctica no existe hoy en día, el fenómeno de circo estuvo muy presente en todos los grandes circos a principios de siglo y hasta no hace tanto, yo me acuerdo aun siendo muy pequeño, que en la feria de Pamplona se anunciaba por megafonía, en un tono impostado al "Monstruo de Guatemala" y al "Niño cocodrilo". A este último llegué a verlo. Era un niño metido en un cuerpo de cocodrilo disecado por el cual sacaba la cabeza. Me votaron de allí cuando en el turno de preguntas al Niño le animé a que moviese una pata.


Por cierto, a una de las grandes fotógrafas de todos los tiempos Diane Arbus, le impresionó hasta tal punto la película de Tod Browning que estuvo fotografiando freaks durante toda su carrera.


Aquí tenéis la actuación estelar de Schlitze en esta grandioso largometraje

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