jueves, 12 de agosto de 2010

Txorimalo ispiluarekin

Mendavia.

Hau da Mendavian bigarren txorimalo ikusi genuena. Ez zegoen baratza batean pikondo edo udareondo baten zaindu. Terraza batean zegoen eta bere lana ez zen sorotik txoriak uxatu. Etxeko jabeak esan zidan txolarreek gorotzaz gainezka terraza uzten dute eta txorimalo honekin gero ta txori gutxiago agertzen dira. Bitxiena da txorimaloren aurpegia: ispilu bat zeukan aurpegiaren moduan eta hori oso interesgarria da psikologikoki eta sinbologikoki.

En las culturas orientales los espejos son utilizados para ahuyentar el mal. La personificación del mal puede ser un diablo, un monstruo, un fantasma o cualquier ente maligno. Estas criaturas son muy fuertes y a la vez muy torpes, confían tanto en ellas y en su poder que a veces caen el las trampas más simples. Cualquier cosa que logre reflejarlas las hará huir puesto que son tan horribles que ni siquiera ellas mismas pueden soportar su imagen. Por eso los jardines orientales son intrincados y tienen fuentes, para que el mal tropiece, se pueda ver en el reflejo del agua y salga despavorido. La misma simbología tienen las horripilantes máscaras que usan algunos pueblos indígenas. La única manara de espantar el mal es hacerle ver una cosa tan horrorosa como él. El abuelete que había hecho el espantapájaros puso el espejo adrede. Su intención era que los malditos gorriones que se cagaban en su terraza se viesen reflejados y huyesen ante su imagen. El mal eran los gorriones y el espejo era la defensa.

Acercándome poco a poco conseguí ver un demonio de cara conocida que ya no me asusta tanto...

No hay comentarios: