Editar no solo agota mentalmente. Además hay que pelear por un hueco para hacerlo en algún lugar de la casa, en este caso el cuarto de tender y de la plancha.
Cada trabajo requiere de la edición que más le conviene. ¿Y cuál es?
Editar puede ser una de las actividades más interesantes que realiza un fotógrafo, pero también un quebradero de cabeza interminable. Hay fotógrafos, y entre ellos me incluyo que no haríamos una misma edición de un trabajo de un día para otro. Montar una historia es saber lo que se quiere contar y como.
Ahora estoy editando el reportaje "Welcome to the garbage mountain" que se va a exhibir a mediados de Octubre en Albacete. El trabajo se complica porque además se va a publicar un pequeño catálogo con las fotografías de la exposición. Por motivos presupuestarios las fotografías van enfrentadas unas a otras y el problema es conseguir que "no se maten" entre ellas.
Cada maestrillo tiene su librillo y al final tu edición gustará más a unos y menos a otros. hay que creer en uno mismo y en la subjetividad de lo que es "hacer las cosas bien" en toda actividad humana.
Aquí tenéis lo que piensa Pablo Corral Vega, editor fotográfico profesional que desarrolló su actividad entre otros para National Geographic
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